Publicado: 3 de Junio de 2017

Al periodo comprendido entre los 3 y 6 años se le denomina etapa preescolar, ya que se sitúa paralelamente al inicio de la escolaridad infantil. En este tiempo se suele producir la primera toma de contacto de los pequeños con su odontopediatra. Esta primera experiencia toma un papel decisivo en la futura relación que se tendrá con el dentista durante la vida.

Por ello es tan importante la creación de una relación de cercanía entre el niño y el dentista, algo que primordialmente se consigue gracias a la confianza con el mismo. De ahí la importancia de elegir al profesional que tratará a los pequeños, valorando por encima de todo esa
relación frente a un simple intercambio de dinero y servicio.

El niño debe aceptar al profesional como una ayuda y no como una amenaza, lo que permitirá crear una relación positiva en la que el odontopediatra, a través de la motivación, cree unos hábitos encauzados a la correcta higiene dental y prevención de caries u otras patologías.