Publicado: 20 de Abril de 2017

La dentista Claire Stevens extrae al día 100 dientes podridos de caries de niños menores de 10 años. Preocupada por la situación y por la falta de cobertura dental en Inglaterra, escribe una carta a The Guardian para declararle la guerra al azúcar.

"Se acaba la tarde en el quirófano y he extraído más de 100 dientes de mi lista de 8 pacientes, el más joven un niño de 2 años al que le tuve que quitar 20 de sus dientes de leche porque estaban muy podridos. Observo en silencio como un niño más joven que mi hijo lo transfieren a la mesa de operaciones y me pregunto cómo hemos llegado a este punto como sociedad, en el que no creo que estemos valorando de verdad nuestra salud oral, y que no nos damos cuenta de las implicaciones que tiene no hacerlo.

Después de 20 años observando mi primera anestesia como estudiante, todavía no me acostumbro. Regularmente veo cómo a los padres les vence la culpabilidad cuando ven cómo se sedan a su hijo, o cómo se recupera aturdido y confundido en la sala de postoperatorio. A veces, después de una tarde frenética, me siento en el quirófano y me pregunto si hay algo más que pueda hacer. Y a veces creo que no puedo aportar nada más.

Como dentista pediatra del servicio público de salud, tristemente no es una sorpresa para mí que la extracción de dientes podridos sea la causa más común por la que los niños de entre 5 y 9 años ingresan en el hospital en Inglaterra. En estos tiempos de crisis, parece realmente mal gastar cada año unos 35 millones de libras en operaciones para tratar una enfermedad que casi siempre se puede prevenir.

Lo más frustrante es que las soluciones ya existen. Hace 10 años, el gobierno escocés acordó que invertiría en un programa preventivo de salud bucodental llamado ChildsmileHoy, a cada niño de Escocia, en la guardería se le supervisa el cepillado de los dientes y recibe packs dentales gratis para que se lave los dientes en casa. El registro dental se promulga y aquellas comunidades e individuos que tienen un riesgo mayor reciben más apoyo. ¿El resultado? Escocia está reduciendo en millones de libras su despesa general en anestesia y dándole la vuelta a la salud oral de sus niños, por la cantidad ridícula de 17 libras por niño al año. (...)

Hace dos años, después de una consulta particularmente desesperanzadora con un padre cuyo hijo llevaba una dieta limitada a galletas y Ribena [N.T.: un refresco de grosellas negras], decidí empezar a escribir un blog para poder proporcionar información práctica. He llegado a muchas más familias de las que llegaría solamente con mi trabajo, pero todavía siento como si braceara en un mar de dientes podridos sin tratar. La educación es importante pero solamente es una parte de la solución. Es muy simplista y realmente no ayuda dar toda la culpa a los padres. Pero, sí, como padres tenemos responsabilidades y un rol esencial, pero todos podemos ser más proactivos sobre la salud oral de los niños.

Estoy encantada de ver cómo crece el número de organizaciones que empiezan a colaborar conmigo y otros colegas de profesión vía la British Society of Paediatric Dentistry. Las matronas pueden y están alentando a los padres a que revisen los dientes de su bebé antes de que cumpla un año; en la escuela y mediante los deportes se puede extender el ejemplo si se adoptar menús bajos en azúcar y si se evita poner máquinas de vending con bebidas azucaradas; y las comunidades pueden hacer campaña para tener agua con flúor. Pero sobre todo, necesitamos un liderazgo de los gobiernos locales y nacionales que diga “Esto no es aceptable y vamos a hacer algo para cambiarlo”. La salud oral de los niños es un problema de todos".

http://www.playgroundmag.net/food/dentista-declara-extrae-dientes-podridos_0_1954004588.html